Memoria de mi enfermera: XLII: ¿Papá, Mamá, podemos hablar de SEXO?

Foto Lola Montalvo (C)

Tengo 9 años y muchas dudas. En el cole los niños y niñas me cuentan cosas sobre lo que hacen los hombres y las mujeres cuando se acuestan juntos y no me lo puedo creer. Algunos hacen bromas y mis amigas me dicen que los bebés salen de la tripa de las mamás. 
    Me pone nerviosa que bromeen sobre estas cosas, me da miedo que las niñas se puedan quedar embarazadas con un beso o que si haces pipí en el servicio de los chicos te pueden pasar cosas malas. Una amiga me ha dicho que las mujeres sangran cada mes...  ¡Ay, a mí todo eso me da miedo!
     Y mi amigo Pablo me ha dicho que dos hombres o dos mujeres se pueden casar igual que lo hicieron nuestros padres. Entonces, no pueden tener bebés, ¿no?
     Veo la barriga de las mujeres embarazadas y me parece increíble que dentro pueda haber un bebé... ¿cómo ha entrado dentro? Si salen de la barriga como dicen mis amigas, ¿por dónde sale?
      ¿Qué son las relaciones sexuales?
      ¿Por qué los novios se besan en la boca?
      ¿Por qué los niños y las niñas somos distintos?
      ¿Por qué...?
      Sí, tengo muchas dudas. Y mis amigos y amigas, también. En el cole nos explican algunas cosas, pero yo creo que se lo tengo que preguntar a papá y a mamá.
     ¿Ellos me explicarán todo?

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Estas y otras decenas de preguntas nos las hacen nuestros hijos cuando llegan a cierta edad... ¿Y qué edad será esa? Pues depende de cada niño y niña, la verdad, depende de su curiosidad, de lo que oiga por ahí, de la información que le llegue por vías diversas.
      A nosotros como educadores que somos de nuestros hijos e hijas nos asaltan dos dudas muy importantes:
  1. ¿Cuándo debemos hablar con nuestros pequeños sobre sexo?
  2. ¿Qué debemos contarles cuándo les hablemos de sexo?
      La respuesta a estas preguntas requiere algo tan básico como el sentido común, no está amparado en grandes teorías científicas ni nada similar:
  •  ¿Cuándo?: cuando pregunten, tengan la edad que tengan.
  • ¿Qué debemos contar?: debemos contarles todo, la verdad, pero con palabras comprensibles, de forma sencilla, sin utilizar diminutivos coloquiales, llamando a cada cosa por su nombre y sin ridiculizar.
      Lo que no se puede tener ninguna duda es de que niños y niñas van a preguntar, unos más pronto y otros un poco menos pronto... pero lo harán. No hay que tener ningún temor a que llegue este momento, debemos procurar darle al tema la mayor naturalidad posible, porque no deja de ser algo natural en el ser humano. No debemos esconderles información, debemos de proporcionarles el ambiente de confianza necesario para que pregunten con total libertad, no hacer juicios de valor ni ridiculizar nada de lo que pregunten. La conversación debe finalizar con la sensación de que los dos, adulto y pequeño, han tenido una momento importante, y que éste finalice con la libertad de volver a preguntar cada vez que tenga una duda sobre este tema.
      Esto es fundamental, muy, muy importante, porque si no tienen esta libertad o confianza con nosotros cuando son niños, en las etapas de pre-adolescencia y adolescencia confiarán más en los amigos y amigas que en nosotros como adultos y eso puede ser muy peligroso dados los bulos y leyendas urbanas que corren y pululan por ahí con respecto a relaciones sexuales, métodos anticonceptivos y contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual, bulos del todo erróneos y que nos damos cuenta de lo errados que son cuando los adolescentes se ven metidos en un lío muy gordo, no solo un posible embarazo sino una grave infección y/o enfermedad.
      Por último:
  • ¿Quién debe hablar con los pequeños, papá o mamá?
      Por supuesto en las familias monoparentales o en las que los progenitores son del mismo sexo, esta pregunta no tiene sentido. En las familias en las que el padre y la madre están igual de accesibles, vivan o no en el mismo domicilio, ambos deben implicarse en la educación sexual de sus hijos. Por regla general, el niño /a pequeño/a preguntará indistintamente a uno u otra, en el momento en que le surge la duda, porque aún no siente rubor o vergüenza ante ciertos temas, solo curiosidad. Pero en las etapas de pre-adolescencia y adolescencia el pudor y el corte hacen acto de aparición, por lo que pueden buscar al progenitor de su mismo sexo... aunque no tiene por qué ser así; por ello, no eludamos las preguntas de nuestros hijos aunque creamos que el otro/otra progenitor puede explicarlo mejor porque tiene su mismo género. Deben tener todo el tiempo la confianza de que sus dudas serán contestadas y atendidas.
      Si no sabemos algo, no tengamos problema en reconocerlo: invitemos a nuestro hijo/hija a buscarlo juntos en libros, en revistas de divulgación o en internet; no tenemos que ser perfectos y reconocer eso nos hará más fiables ante nuestros hijos, más cercanos y humanos, más como ellos mismos.
      Nunca es demasiado pronto para hablar de sexo y de métodos anticonceptivos... Lo dejo ahí. No nos arrepintamos jamás de haberlo hecho antes.

      Como resumen diré que debemos de hablar con nuestros hijos desde que son pequeños, responder a todas sus preguntas -aunque a veces, es cierto, se ponen muy pesados, sí, es verdad- y no eludir ninguna por muy peliaguda que sea. Crear un hilo de confianza mutua con ellos cunado son pequeños hará que sigan confiando en nosotros según se vayan haciendo mayores, dejarles abierta la puerta a que pueden confiar en nosotros como adultos, que no les juzgaremos, que no les criticaremos... evitará en un futuro muchos problemas. Imagínense los problemas más peliagudos... hasta esos. Es una mala situación el que nuestros hijos confíen más en sus colegas que en nosotros, ¿no creen? Muchos padres quieren que sus hijos adolescentes hablen con ellos cuando jamás lo han hecho siendo pequeños... y eso se puede evitar.

      Nada más. Me ha salido una entrada más larga de lo que esperaba. Espero no haber aburrido.
  • PARA SABER MÁS:
  1. Planned Parenthood: «Cómo hablar de sexo con tus hijos»
  2. EroskiConsumer: «Cómo hablar de sexualidad con nuestros hijos e hijas»
  3. Prosalud: «¿Sabes cómo hablar de sexo con tus hijos?»
  4. Junta de Andalucía: «Adolescencia y Sexualidad»
  5. Junta de Andalucía (para el profesorado): «Educación Afectivo-Sexual en Educación Infantil»
      Y, por ahora, nada más

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